En la clase política salvadoreña se comenta con asombro y hasta con sorna el doble juego que un partido político quiso hacer en días recientes. Dicen que habría ofrecido su bandera al exalcalde capitalino para ser su candidato presidencial, pero al mismo tiempo estaría negociando con otra fuerza el apoyo total de sus bases. El asunto no cayó en gracia y ha generado una ola de desconfianza hacia este grupo político…

Por cierto, la semana pasada se supo que los celestitos han tocado la puerta en otros partidos en busca de la bandera y a algunos les ofrecieron la mitad del gabinete y hasta la totalidad de la deuda política; pero nada se concreta porque no parece haber planes más allá de los electorales…

Por cierto, ¿por qué será que algunos colaboradores del exalcalde han estado buscando empleo en los últimos días incluso con algunos supuestos adversarios políticos? Dicen que algunos hasta ofrecen colaboraciones “especiales”…